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Mocholí supera con el realismo el impresionismo valenciano.

Sus cuadros son luminosos y ofrecen interés cromático, pero no es solo la luz, sino el objeto lo que interesa. Su pintura define la realidad. Exalta la cosicidad de los seres porque expresa la seriedad a través de la relevancia de sus manifestaciones fenoménicas. Las pinceladas se adensan en la determinación de los volúmenes. Se inspira en ambientes rurales en trance de desasparición: sus cuadros quedarán como testimonio de una arquitectura y de unos utensilios que responden a una civilización agrícola transformada en nuestros días; en este sentido presentan una acentuada significación social. Es minucioso en el dibujo, pero su temperamento le impide quedar limitado en un ámbito reducido…

Francisco José León Tello
«Goya» Revista de Arte

Contemplar una exposición de Mocholí es una fiesta para los ojos y una alegría para el espíritu, especialmente si ese espíritu y esos ojos que la contemplan son valencianos.

Nacido en Valencia en 1930, desde que inicia su verdadera actividad artística impulsado por la Obra Sindical Educación y Descanso, obteniendo en la década de los sesenta los máximos galardones en el disputado Salón de Primavera, los cuadros luminosos de Mocholí que perpetúan la esencia de la huerta y las tradiciones del mar, constituyen en su conjunto un genuino museo de la Valencia rural y marinera.

José Forés Lahoz

…..La generosidad de Mocholí nos regala la vista con temas entrañables tratados con maestría, creados con su buen hacer y largos años de oficio querido y sufrido, con colores de tonos logrados y exclusivos y un ambiente sutil, un clímax propio, que hacen que su lenguaje pictórico emita un mensaje sedante captado por el espectador de su obra en una comunicación artística enriquecedora y gratificante.

Felipe G. Perles Martín

Real Academia de Bellas Artes de Valencia

Sin duda, el espíritu del pintor se refleja – casi siempre- en sus obras, aunque, posiblemente, no se lo proponga. Es algo que acontece de forma un tanto enigmática incluso para el propio artista.

Contemplando esta hermosa exposición de Rafael Mocholí, adquiere realidad y grandeza aquello de: » el alma se serena». Sí, el alma se dulcifica al ver estos cuadros, porque nuestra ya exigente sensibilidad, nuestro mas recóndito sentir, y nuestra espiritualidad toda, van a besar -a través de la mirada-, todo ese pequeño gran mundo que, los expertos pinceles de Mocholí han sabido crear: agavillando lo humilde, exaltando lo rural y hondamente valenciano, y también lo preciosamente sencillo. Ya lo dijo el poeta Juan Ramón Jimenez:

«huye de los artificioso

lo sencillo es lo de ley

¿Ves el mar si es hermoso?

pues mas sencillo que es «

(Ahora pienso cuanto le hubieran gustado estos cuadros al gran poeta de Moguer).

Lluis Martínez Richart

Asociación de Escritores y Artistas Españoles, Divulgador de Arte

Clara luz mediterránea, impregna una obra que se manifiesta como documento de una propia cultura rural: las tierras conreadas, la artesanía y la rusticidad de las arquitecturas típicamente valencianas. El artista reivindica la sencillez del mundo rural, el trabajo del campo cotidiano, sin problemas raros, la tranquilidad el campo, como elementos todavía no contaminados por la civilización industrial. Es un canto a una manera de vivir pacífica , simple y altamanete sana. El artista se erige como agente concienciador de la no destrucción de un mundo rústico y si malogrado porque como a todo, le llega su extinción.

Mocholí habrá dejado un verdadero documento para generaciones posteriores.

Su amplio recurso técnicole permite recrear el medio donde vive. Un perfecto dibujo,una precisión de contornos y de pinceladas, juntamente con una estructura de la composición irreprochable, dán los elementos de una pintura acabada y de deliciosa concreción.

María Ángeles Ferrer
Crítica de Arte del Periódico AUSONA , VIC Barcelona